martes, 18 de enero de 2011

viernes, 13 de noviembre de 2009

La señora y el Perro.


La Soledad, esa mala compañera que llega para quedarse en la mayoria de los casos, no te deja dormir, no te da calor, quiere estar sola, odia la amistad, la risa, el murmullo, la comunidad, el compartir, el repartir, la media, todo, solo ella, ella, ella.


No más lejos de un día cualquiera, casi siempre suelo encontrarme a alguien con ese caminar lento y pausado que da el no tener sitio donde ir, rumbo perdido o donde llegue llegué, no se que pasará por la mente, del que lo tiene todo echo...como dirian los antiguos.


Ayer vi en el paseo maritimo a una señora mayor, con su perro mayor tambien, caminando muy lentamente, y su perro cuando ella se paraba el tambien lo hacia, estube un par de minutos observando a los dos, hasta que la señora se sentó en un banco justo en frente del mar, y el perro sin llegar a mirarla a ella se subió por la otra parte del banco y se acomodó, y fué entonces cuando yo me detuve y les hice una foto, cada uno mirando hacia un lado del banco pero los dos bien orientado hacia el sol, tras hacerles la foto que no pondré aquí por supuesto, empecé a caminar hacia donde iba pensando en la señora y el perro, imagino que sería su rutina diaria, el paseito al sol tranquilamente y luego un ratito en el banco a hacer un poco de tiempo hasta la hora de comer, la conclusión mía fué esa, ya que la forma en la que el perro se subió al banco y la mirada perdida de la señora hacia el mar, delataba que no era ni muchisimo menos el primer día que hacian la paradita en el banco.